La Mujer plena debe desequilibrarse

Soy un promotor del equilibrio como factor para lograr la excelencia personal y profesional. En mis libros Equilibrios de Excelencia y Líder de Líderes, propongo identificar las consecuencias que generan comportamientos extremos, radicales, y planteo las ventajas y consecuencias positivas de alcanzar el equilibrio entre dos extremos que se contraponen o que se complementan.

Recientemente me he encontrado con una recomendación que se confronta con el paradigma del equilibrio y que tiene que ver, específicamente, con las mujeres que trabajan.

Debo decir que me ha llamado poderosamente la atención la propuesta de Marcus Buckingham en su libro La mujer que lo tiene todo: Crea tu mejor vida. Que si bien su concepto de equilibrio dista mucho del modelo de Equilibrio de Excelencia que planteo en mis libros; sin lugar a dudas tiene elementos por demás interesantes. Como mi filosofía es la apertura a reconocer diferentes formas de pensamiento, comparto contigo parte de lo que Buckinham plantea al respecto:

Existe una pseudo-sabiduría popular que nos dice que lo mejor es tender al equilibrio en todas las áreas de nuestra vida. Como si el objetivo fuera compartimentar en distintos “pedacitos” nuestras vidas y rellenarlos todos hasta conseguir un equilibrio. Así tendríamos áreas como:

  • mi relación de pareja
  • mi trabajo
  • mi momentos de juego con los niños
  • cuidar a mi padre
  • ir al gimnasio (salud)
  • salir con las amigas
  • mi espiritualidad

y un sin fin más de áreas posibles según las circunstancias de cada persona. Luchar por mantener vivas y equilibradas todas estas parte de tu vida no te llevará a sentirte más satisfecha, quizás si, más exhausta ¿Por qué? Porque seguramente no todas esas áreas son parte de tu verdad. Quizás no disfrutes jugando con los niños, quizás a ti te llene más escucharlos cuando tienen un problema, así que, ¿para qué buscar equilibrio en esa área?

Lo que buscas es plenitud y no más equilibrio.

Es decir, eres una sola persona, con un sólo corazón y tu vida es sólo una, no hay necesidad de compartimentar nada. Cada parte de tu vida debe tener momentos intensos, sino esas responsabilidades acabarán drenando tu energía y sentirás cada día menos interés por ellas.

Por tanto:

  1. Revisa en qué áreas u obligaciones has dividido tu vida y busca en cada una de ellas al menos dos momentos intensos (para ello ten en cuenta tus papeles principal y secundario)
  2. Escríbelos y busca la manera de desequilibrar tu vida hacia esos momentos intensos.
  3. Préstales atención, investígalos. Verás que te repetirás mucho frases como “nunca había notado esto antes…”, “no me había dado cuenta que…” y te conocerás mucho mejor a ti misma y a tu verdad.
  4. Celebra esos momentos intensos, es decir, hónralos, y haz que formen parte de tus prioridades.
  5. Finalmente, si en algún área realmente no encuentras ningún momento intenso, busca la manera de dejar de lado esa área y desequilibra tu vida hacia aquellas que si los tienen, sólo así serás fiel a ti misma.

¿Qué opinas? Buscarás el equilibrio o el desequilibrio para ser una Mujer que vive la vida con plenitud?