APRENDE A AMARTE A TI MISMO

amor-propioEn esta semana en que se festeja el día de San Valentín o Día del Amor y la Amistad; considero de valor para este espacio compartir un artículo del Blog Vivir con Emociones de la talentosa Arancha Merino, autora del libro «Haz que Cada Mañana salga el Sol». Gracias por autorizarnos su publicación.

«Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna» 
Oscar Wilde¿Cuantas veces has leído o te han dicho que lo primero es quererte a ti mismo? Es muy cierto que debemos amarnos a nosotros mismos para poder hacerlo con los demás. Si no sabes amarte a ti, acabarás entregando tu amor a personas que no sean dignas de él, que lo maltratarán. Pero si te quieres, nunca te permitirás ser víctima de una manipulación, ni tolerarás las traiciones o abusos de otras personas que al no quererse, solo tratan de someter con ansias de control.

Cuando te rechazas, cuando te juzgas, cuando te condenas, cuando sufres, cuando te declaras culpable, cuando te maltratas, cuando te castigas, cuando te desgastas, no te amas.
Ahora bien, quererse a uno mismo no es tan fácil como todos prometen: «tienes que quererte más, es que no te quieres nada…» Esa persona al escuchar tu recomendación se preguntará: «¿Y cómo me quiero?». Hay cuatro pasos previos de los que nadie habla pero que sin trabajar en ellos, nunca llegaremos a querernos:
 
1. RESPETARTE. Respetarse implica poner límites a la amenaza para evitar que te invadan. Lo primero es aprender a DECIR NO: «No me gusta cuando intentas aprovecharte de mi, cuando me faltas al respeto. No tolero que nadie me maltrate verbal o emocionalmente». Cuando no te respetas a ti mismo, sientes lástima por ti, piensas que no eres lo bastante bueno o capaz, así nadie te respetará. No es egoísmo, es amor por ti.
2. ACEPTARTE. Aceptarte sencillamente como eres. Eres lo que eres, no hay más. ¿Para qué fingir lo que no eres si siempre vas a fracasar por ese camino? El rechazo de uno mismo es el principal problema, porque buscamos esa imagen de perfección que no existe y mientras no la logremos, no nos aceptaremos. El nivel de rechazo con uno mismo depende de la dureza y exigencia con la que te trataron los adultos de referencia durante tu infancia. Aunque alguien te rechace no tienes porqué rechazarte tú. Si una persona no te aprecia, otra lo hará. Concéntrate en la relación contigo mismo, a solas. Acepta tu cuerpo como sea, porque así es perfecto. Permítele ser libre para dar, para recibir. Tienes todo lo que necesitas. Mientras tú seas consciente de tu propia belleza y la aceptes, las opiniones de los demás no te afectarán en absoluto.

3. SER ÍNTEGRO. Que equivale a ser justo contigo, rechazando todo lo que sea falso, mentiroso, hipócrita. Todo lo que te aleje de la verdad. Trata de percibir la realidad tal y como es, no tal y como te gustaría que fuera. Ser íntegro implica saber activarte y volverte reactivo ante aquello que se oponga a tu sistema de valores y principios. Equivale a ser vitalista, negando cualquier cosa no favorezca la vida, la salud. Es no tragarse abusos, ni traiciones o agresiones. Es darse cada uno su lugar.

4. RECONOCERTE. Saber reconocer, sin por ello sentirte prepotente, tu valía, tu coraje,  tu fortaleza. Saberte grande solo por existir, solo por ser. Valorar tus esfuerzos y premiarte por ellos huyendo de las comparaciones o de la competitividad  Saber mirar dentro de ti para reconocer que te sientes orgulloso de ser humano. Avergüenzate de tantos daños como te has infringido y de tanto dolor que has permitido que te causaran y perdónate por ello. Entonces podrás reconocer tu talla y admirarte por ello. Reconocerse es ser valiente.
Comienza por el primer paso. No tengas prisa. Cuando lo afiances, ve a por el segundo. No pretendas ir demasiado rápido. Nadie nos ha enseñado e incorporar nuevos conocimientos lleva su tiempo y práctica.
Cuando hayas conseguido respetarte, aceptarte, ser íntegro y reconocerte, ya podrás amarte de una manera natural y auténtica, sin buscar afanosamente recibir el amor de otras personas que tampoco se quieren a si mismas.
El amor que buscas se encuentra dentro de ti, los demás no tienen el amor que tú necesitas

2014: Decídete a tener una Actitud triunfadora

En este inicio de año es importante no dejarse vencer por el pesimismo, la desesperanza o los malos augurios. Es por ello que te dejamos con dos poderosas reflexiones que confiamos te permitan decidir mantener una actitud triunfadora en este 2014.

PRIMERA REFELEXIÓN: EN EL AÑO DEL CABALLO… HAZ LO QUE ESTE CABALLO.


SEGUNDA REFLEXIÓN: DECISIONES PARA ADOPTAR UNA ACTITUD TRIUNFADORA.

Primera decisiónEn vez de resistir… Yo Acepto

Acepta lo fáctico, lo que es un hecho. Hay circunstancias que, por más que te esfuerces, no puedes cambiar -al menos no tan rápido como te gustaría. En ocasiones el cambio, aunque no te guste, es un hecho.

Tu estrés aumenta cuando resistes lo que te sucede. Al resistir le das poder a aquello que estás resistiendo. Al aceptar y soltar tu resistencia recuperas tu poder y puedes sentirte mejor.

En este instante en tu vida, en tu trabajo ¿qué es importante aceptar? ¿Qué puedes dejar de resistir?

Segunda decisiónEn vez de resignarme… Yo aprovecho

Así como es importante aceptar lo fáctico también es fundamental aceptar tus posibilidades de acción inmediata y transformación a futuro. Esto es lo que hace la diferencia entre la resignación y la ambición activa por una mejor situación.

Aprovecha lo que sí está en tus manos hacer, lo que tú sí puedes controlar, aquello en lo cuál sí tienes injerencia y te es posible llevar a cabo.

¿Qué oportunidades puedes aprovechar?

Tercera decisiónEn vez de evadir… Yo Asumo

¿Qué de lo que te afecta tiene que ver contigo?

Cuando las cosas no son como las quisiéramos es muy fácil apuntar hacia afuera y buscar un culpable. El reto-y la esencia de la madurez-está en asumir lo que es tuyo: la forma en que tú has contribuido a lo que hoy sucede y la oportunidad que tienes para cambiar las cosas.

Si evades tu responsabilidad, niegas tu poder y tu capacidad para aprender. Cuando asumes lo que te corresponde te adueañas de tu poder al momento que tomas consciencia sobre lo que puedes aprender y mejorar.

Cuarta decisiónEn vez de sólo desear… Yo Me Comprometo

La única forma de obtener resultados diferentes es haciendo cosas distintas. Desear algo mejor es necesario, pero no es suficiente. El deseo debes acompañarlo con el compromiso de hacer lo que haga falta hacer para mejorar tus circunstancias.

¿Qué vas a cambiar para lograr sentirte mejor? ¿A qué simples cambios te comprometes para lograr lo que necesitas para sentirte mejor? ¿Qué hábitos constructivos y positivos puedes incorporar en tu vida?

Quinta decisiónEn vez de preocuparme… Yo Me Ocupo

El antídoto para tus preocupaciones: ocúpate; ponte en acción; muévete hacia lo que quieres y está en ti lograr.

Hay situaciones que definitivamente escapan de nuestro control. Hagamos lo que hagamos, ni siquiera podemos influir sobre ellas. Entonces, ¿qué caso tiene preocuparte por aquello que escapa de ti?

¿Algo te preocupa? ¿Está en ti hacer algo al respecto? Entonces ponte en acción; de lo contrario, acepta que eso escapa de tu esfera de influencia y decide soltarlo para hacerte cargo de las oportunidades que sí puedes aprovechar.

Quizá no puedas cambiar tus circunstancias en este momento. Pero sí puedes elegir una actitud que te permita aceptar lo que es, aprovechar lo que es posible, comprometerte a lograr lo que quieres y ponerte en acción.

Sexta decisiónEn vez de olvidarme de lo que tengo… Yo Agradezco

Cuando los niveles de estrés se incrementan y te encuentras rodeado de cambios y nuevos desafíos, es normal que pierdas perspectiva y te desconectes de lo que tienes. En medio del caos corres el peligro de dar por sentado y olvidarte de lo que realmente llena tu vida y constituye tus éxitos y fortalezas.

¿De cuántas cosas podrías estar agradecido en tu vida?

En la gratitud los miedos se desvanecen ya que te das cuenta de que has recibido y tienes más de lo que creías. Conéctate con ella y no olvides los miles de regalos que has disfrutado en forma de experiencias, amistades, aprendizajes, momentos, oportunidades, amores, talentos, fortalezas, conocimientos.

¿Qué podrías agradecerle a la vida en este momento?

Séptima decisiónEn vez de desconfiar… Yo confío

¿Estás eligiendo creer que tus problemas son más grandes que tú o que tú eres más grande que ellos?

¿Crees que tus circunstancias negativas son permanentes o sabiamente eliges creer que todo se mueve en ciclos y que después del invierno viene la primavera?

¿Estás pensando que estás al efecto de las circunstancias o sabes que tú tienes el control para adueñarte de tu capacidad para salir adelante?

¿No te sientes seguro de quienes te acompañan o decides confiar en el carácter y la capacidad del otro?

Confiar o no confiar. La decisión es tuya.

Octava decisiónEn vez de visualizar en negativo… Apuesta a Ganar

Como decía Henry Ford, «si crees que puedes o crees que no puedes, estás en lo cierto». En ti está elegir conscientemente apostarle a tu éxito y tener fe en que todo lo que sucede es lo mejor.

El miedo se alimenta de una proyección mental catastrófica de lo que puede suceder. Esa misma energía y talento para visualizar en negativo puedes enfocar en lo que realmente deseas: el éxito.

No es simple pensamiento positivo. No es pretender ingenuamente que todo va a salir bien por el simple hecho de pensar que así va a ser. Apuesta es la octava decisión. Ya aceptaste la realidad. También identificaste lo que puedes aprovechar de las circunstancias. Además has asumido tu responsabilidad en el proceso. Estás comprometido a la acción y estás ocupándote de lo que es posible. Conectado con la gratitud por lo que ya tienes, decides confiar en ti, en el otro y en el proceso.

Ya lo que queda es apostar a ganar… y llevar tus decisiones a la acción.